Despedir a Loki, mi perro siberiano de 12 años de edad, fue una decisión fuerte, difícil e inesperada. Era un perro muy sano a pesar de su edad, pero con un problema degenerativo que fue menguando su calidad de vida, así que en familia tomamos la dura decisión de dejarlo ir. Fue muy importante para nosotros en ese momento contar con el acompañamiento de KHUYANA, quienes desde su conocimiento profesional y su sensibilidad humana supieron acompañarnos en el proceso de despedir a nuestro gran amigo. Estoy seguro que contar con ellos fue nuestra mejor decisión. Por eso, mi familia y yo estaremos siempre agradecidos.